LA
ESPOSA DESCONFIADA
(Cuento
1):
Un matrimonio fue invitado a una fiesta de máscaras y disfraces. A ella le dolía
muchísimo la cabeza y le pide al marido que se vaya solo. Él protestó, pero
ella le dijo que se iba a tomar una aspirina e irse a la cama, por lo que no
había necesidad de que él se quedara en la casa. Así que el marido se puso el
disfraz y se fue. La mujer, después de dormir una hora, se despertó bien, sin
dolor. Como era temprano decidió ir a la fiesta. Y como el marido no sabía cuál
era su disfraz, ella pensó que sería divertido observar como actuaba él cuando
estaba solo. Ella llegó a la fiesta y enseguida vio al marido bailando en la
pista con cada chica con la que se cruzaba, tocando un poco por acá y tirando
besitos por allá. La esposa se le acercó y empezó a seducirlo. Él dejó a la
mujer con la que estaba y se dedicó a la recién llegada. Ella lo dejó avanzar
todo lo que él quisiera: finalmente era su marido. En un momento, él le susurró
una proposición en el oído y ella aceptó. Salieron de la fiesta y en uno de
los autos tuvieron sexo. A medianoche, antes de desenmascararse, la señora se
escabulló, fue a su casa, se quitó el disfraz y se metió en la cama, preguntándose
qué clase de explicación le iba a dar el marido. Cuando él entró, ella estaba
sentada en la cama, leyendo.
- "¿Cómo te fue?", le preguntó.
- "Bueno, lo de siempre", dijo él. "Ya sabes que no la paso bien
cuando no estoy contigo".
- "¿Bailaste mucho?"
- "Ni una sola pieza. Cuando llegué, me encontré con Pedro, Guillermo y
otros muchachos, así que nos fuimos a la planta alta y jugamos póker toda la
noche. ¡Lo que no me vas a poder creer es lo que le pasó al tipo al que le presté
mi disfraz!"
LA
ESPOSA DESCONFIADA (Cuento
2):
Una mujer desconfiaba de la fidelidad de su marido, quien era un
empresario muy importante y viajaba muy a menudo con su secretaria. Para sacarse
la duda, en la primera oportunidad que su marido viajó, ella contrató un detective
privado para que los siguiera y le informara de todos los movimientos extraños
que ellos hacían.
Sale de viaje el marido con su secretaria y detrás de ellos, el detective. Al
otro día, recibe un telegrama del detective que decía así : "NEGOCIO".
La mujer pensaba: -¡¡Este es un boludo !!! ¡¡Ya se que fue a hacer negocios!!!
Al segundo día, recibe otro telegrama del detective que decía exactamente lo
mismo: "NEGOCIO".
La mujer pensaba: -¿Para qué mierda lo contrate a este boludo??. Estoy tirando
la plata en este gil que no me dice nada nuevo.
Al tercer día llega el marido con la secretaria de su viaje de negocios, y detrás
de ellos llega el detective. La señora lo agarra del cogote, lo zamarrea, lo
insulta de arriba a abajo y le dice que se niega a pagarle los honorarios por
inútil, ya que ella estaba 99% segura de la infidelidad de su marido. Cuando
el detective logra calmarla, trata de explicarle lo sucedido.
- Señora, Ud. no entiende nada, como todas las mujeres. Yo soy un detective
muy distinguido y como sospecho que su marido la engaña no solamente con la
secretaria, sino también con su mucama, y ante la posibilidad de que esta última
leyera el telegrama, se lo mandé en clave. Lo único que tenía que hacer Ud.
era leer el telegrama de atrás para adelante para darse cuenta de lo que estaba
pasando ...
¿SANTA
CLAUS EXISTIO ?
Demostración científica:
Existen aproximadamente 2,000 millones de niños en el mundo. Sin embargo como
Santa no visita niños Musulmanes, Judíos ni Budistas, esto reduce su trabajo
en la noche de Navidad en un 15% o lo que es lo mismo 378 millones. Con una
tasa promedio de 3.5 niños por casa, se convierte en 108 millones de hogares
(asumiendo que al menos hay un niño bueno por casa).
Santa tiene alrededor de 31 horas de Navidad para realizar su trabajo, gracias
a las diferentes zonas horarias y a la rotación de la tierra, asumiendo que
viaja de este a oeste (lo cual parece lógico). Esto suma 967.7 visitas por segundo.
Como quien dice que para cada casa Cristiana con un niño bueno, Santa tiene
alrededor de 1/1000 de segundo para estacionar el trineo, bajarse, entrar por
la chimenea, llenar las botas de regalos, distribuir los demás regalos bajo
el arbolito, comer los bocadillos que le dejan, trepar de nuevo por la chimenea,
subirse de nuevo al trineo y llegar a la siguiente casa.
Asumiendo que cada una de esas 108 millones de paradas distribuidas geográficamente
(lo cual, desde luego sabemos que es falso, pero lo aceptaremos para propósitos
de nuestros cálculos), estamos hablando de alrededor de 1.248 kms entre casa
y casa; un viaje total de 120.8 millones de kilómetros, sin contar descansos
o paradas al baño. Esto significa que el trineo de Santa, se mueve a una velocidad
de 1,040 kilómetros por segundo, 3,000 veces la velocidad del sonido. Para propósitos
de comparación, el vehículo mas veloz hecho por el hombre, el Ulysses Space
probe, se mueve a una velocidad de 43.84 Km/seg., y un Reno convencional puede
correr (como máximo) a 24 Km. por hora. La carga del trineo añade otro elemento
interesante. Asumiendo que cada niño solo pidió un juguete de tamaño mediano
-como un paquete científico "Mi Alegría" (1 kg.), el trineo estaría
cargando mas de 500,000 toneladas sin contar a Santa. En tierra un reno normal,
no puede acarrear mas de 150 kg.
Aun asumiendo que el reno "volador" pudiera jalar diez veces el peso
normal, el trabajo no podría ser hecho por 8 o 9 renos. Santa necesitaría 360,000
de ellos, lo que incrementa la carga, sin contar el peso del trineo, otras 54,000
toneladas, algo así como 7 veces el peso del Crucero del Amor.
600,000 toneladas viajando a 1,040 km/seg, crea una resistencia al aire enorme,
lo que calentaría los renos de la misma forma que se calienta la cubierta de
una nave espacial al ingresar a la atmósfera terrestre. Los 2 renos de hasta
el frente, absorberían 14.3 quintillones de joules de energía por segundo cada
uno. Por lo que se calcinarían casi instantáneamente, exponiendo a los renos
siguientes y creando ensordecedores "booms" sónicos. El equipo entero
de renos se vaporizaría en 4.26 milésimas de segundo, o mas o menos cuando Santa
llegara a la casa visitada número 5.
Si no importara todo lo anterior, el resultado de la desaceleración de 1,040
km./seg. en 0.001 segundo, Santa estaría sujeto a fuerzas centrifugas de 17,500
g's. Y si Santa pesara 120 kg. (que por lo gordito y rosado, resulta un peso
adecuado), se incrustaría en el frente del trineo con una fuerza de 2,315,015
Kg-fuerza, rompiendo instantáneamente sus huesos y sus órganos, reduciéndolo
a una masa amorfa aguada y temblorosa.
Si Santa existía, HOY esta muerto.
LA VENGANZA DE LOS USUARIOS (Colaboración de Eduardo P.)
- ¿Hola?
- Buenos días, ¿Usted es el titular de la línea?
- Sí, soy yo mismo.
- ¿Me puede decir su nombre por favor?
- José Luis.
- Señor José Luis, le llamo de Telefónica para ofrecerle una promoción consistente en la instalación de una línea adicional en su casa, en donde usted tendrá derecho a...
- Disculpe la interrupción Señorita, pero, exactamente ¿quien es usted?
- Mi nombre es Silvina Maciel, de Telefónica y estamos llamando...
- Silvina, discúlpeme, pero para nuestra seguridad me gustaría comprobar algunos datos antes de continuar la conversación, ¿le importa?
- No tengo problemas señor
-¿Desde que teléfono me llama? En la pantallita del mío solo pone "Número Privado"
- El interno mío es el 1004
- ¿Para qué departamento de Telefónica trabaja?
- Telemarketing Activo
- ¿Me podría dar el número de trabajadora de Telefónica?
- Señor, disculpe, pero creo que toda esa información no es necesaria...
- Entonces lamentablemente tendré que colgar, porque no tengo la seguridad de hablar con una trabajadora de Telefónica
- Pero yo le puedo garantizar...
- Vea Silvina, cada vez que yo llamo a Telefónica, antes de poder comenzar cualquier trámite, estoy obligado a dar mis datos a toda una legión de empleados...!
- Está bien Señor, mi numero es el 34591212
- Un momento mientras lo verifico, no se retire Silvina... (Dos minutos)
- Un momento por favor, toda la gente en casa se encuentra ocupada.... (Cinco minutos)
- ¿Señor?
- Un momento por favor, toda la gente en casa se encuentra ocupada....
- Pero...Hola Señor...!
- Sí Silvina, gracias por la espera, nuestros sistemas están un poco lentos hoy... ¿Cual era el asunto de su llamada?
- Lo llamo de Telefónica, estamos llamando para ofrecerle nuestra promoción "Línea Adicional", en la que usted tiene derecho al uso de otra línea a muy bajo costo. ¿Usted estaría interesado José Luis?
- Silvina, le voy a comunicar con mi mujer, que es la encargada de la sección de adquisición de productos técnicos de la casa; por favor, no se retire. (Coloco el auricular del teléfono delante de un grabador y pongo el CD de Caribe Mix 2004 con el Repeat activado. Sabía que algún día, esa droga de música me sería útil. Después de sonar el CD entero, mi mujer atiende el teléfono):
- Disculpe por la espera, me puede decir su teléfono pues en la pantallita del mío solo aparece "NUMERO PRIVADO".
- 1004
- Gracias, ¿Con quien estoy hablando?
- Con Silvina
- ¿Silvina que?
- Silvina Maciel (ya demostrando cierta irritación en la voz).
- ¿Cual es su número de trabajadora de Telefónica?
- 34591212 (mas irritada todavía)
- Gracias por la información Silvina, ¿en que puedo ayudarla?
- La llamo de Telefónica, estamos llamando para ofrecerle nuestra promoción "Línea Adicional", en la que usted tiene derecho a otra línea.¿Estaría interesada?
- Voy a ingresar su solicitud en nuestro programa de Nuevas Adquisiciones y dentro de algunos días nos contactamos con usted. ¿Puede anotar el numero de ingreso al programa por favor?... ¿hola?, ¿hola?
- TU...TU...TU...TU...
Una vez, un escritor llegó a un pueblo situado en medio de la nada,
muy recóndito y se le ocurrió que de ahí podría
sacar un nuevo libro, basado en las anécdotas que pudieran tener sus
pobladores.
Ya entrado en esa idea, fue a buscar al hombre más viejo del pueblo y
al encontrarlo le dice:
- Mire, ando recopilando datos para escribir un libro. ¿No tendrá
alguna historia cómica y ligera que pudiera yo transmitirle al mundo?.
Algo que haya usted vivido en este pueblo y que recuerde con frecuencia?.
- Ah, si!!!. Una vez se perdió la esposa del Chuy, ése que vive
ahí tras la lomita, pues se llegó la noche y que no aparece la
señora, que nos reunimos todos los hombres del pueblo y nos armamos con
un buen cargamento de aguardiente y nos metemos al monte a buscarla. Allá
a los días, la encontramos y como ya andábamos un poco locos por
el aguardiente, pues que uno por uno le hacemos el amor a la esposa del Chuy.
El escritor se asombra del morbo con que el viejito recuerda las cosas y se
asusta, piensa que no puede contar eso que sucedió.
- Uy, pero ¿no tendrá algo más cómico?, ¿algo
que le haga reír a usted y a todos los del pueblo?. No sé, a lo
mejor algo inusual, qué se yo...
- Pues sí. Una vez, se perdió una chivita del Luis. Pos que se
llega la noche y no recala la chiva. Pos que nos reunimos todos los hombres
del pueblo, nos armamos con un buen cargamento de aguardiente y nos metemos
al monte a buscarla. Allá los días la encontramos y pos como ya
andábamos un poco locos por el aguardiente, pues uno por uno le hacemos
el amor a la chivita...
Y el maldito viejo degenerado estalla en carcajadas.
El escritor piensa que el viejo está loco y que será mejor cambiar
el carácter del tema, para que ya no cuente esas cosas.
- Y, ¿no tendrá otra historia?. No sé, ¿algo más
dramático y triste que haya vivido?. Algo que pueda conmover a los demás
y que pueda yo libremente contar en mi libro?.
El viejito mira al suelo y se le nubla la vista. Con un nudo en la garganta
y las lagrimas rodando por sus mejillas le dice:
- Pos, una vez, me perdí yo...
CASTIGO DIVINO (Colaboración
de Eduardo M.)
David, que acaba de morir, está parado frente a las puertas del cielo.
San Pedro le dice que no puede entrar así nomás al paraíso, ya que David, en
vida, evadió impuestos. La única manera en la cual David puede entrar al paraíso
sería si él acepta dormir con una mujer espantosa y estúpida durante los próximos
cinco años, y disfrutarlo.
David decide que es un precio barato por una eternidad en el paraíso. Entonces
se junta con una mujer espantosa y estúpida, fingiendo que es feliz.
Mientras va con el esperpento, David ve a su amigo Marcos caminando adelante,
con una mujer incluso más horrible.
David le pregunta de qué se trata. Marcos responde: "Evadí mis impuestos y estafé
al Estado por un montón de plata". Cuando se dan cuenta que los dos están en
la misma, deciden pasarlo juntos, como una manera de disminuir la carga.
David, Marcos y sus dos horribles compañeras siguen caminando, pensando en sus
destinos, cuando repentinamente ven a alguien que parece ser un viejo amigo,
Leonardo, que viene hacia ellos.
El tipo viene con una mujer despampanante, una supermodelo: es una "chica de
tapa". La mujer más fabulosa que jamás hayan visto.
Impactados, David y Marcos se acercan al tipo y descubren que, efectivamente,
es el viejo Leonardo.
Le preguntan cómo hizo para enganchar semejante diosa, mientras ellos andan
con semejantes bichazos.
Leonardo responde: "No tengo idea, pero, definitivamente, no me quejo. Es sin
duda el mejor momento de mi vida, y he tenido cinco años del mejor sexo que
un hombre puede tener. Hay una sola cosa que no entiendo: cada vez que terminamos
de hacer el amor, ella me da la espalda y murmura: '¡Malditos Impuestos!'"
CAMBIO DE VIDA (Colaboración
de Eduardo M.)
Juancho tenía mucho éxito en su carrera, no tenía problemas
económicos y era muy querido por sus amigos. Sin embargo, con el tiempo
empezó a sufrir dolores de cabeza, ligeros al principio, pero que fueron
aumentando de intensidad hasta llegar a ser insoportables. Cuando su salud,
su trabajo y su vida amorosa empezaron a ser afectados por este problema, Juancho
se decidió a consultar con un médico.
El especialista lo examinó, realizó varios análisis, le
tomó radiografías, muestras de sangre, de heces, de orina, y por
fin le dijo:
- Tengo una noticia buena y una mala. La buena es que puedo curarle sus dolores
de cabeza. La mala es que para hacerlo tendré que castrarlo. Usted sufre
una rara condición en la que sus testículos oprimen la base de
su columna vertebral, y eso es lo que le causa dolores de cabeza. La única
manera de remediarlo es removiendo sus testículos.
Juancho quedó anonadado y deprimido, pero sus jaquecas empeoraban día
con día, y preso de la desesperación decidió someterse
a la operación.
Al salir del hospital, el dolor de cabeza había desaparecido por completo,
pero se sentía abatido y desanimado, como si le faltara una parte de
sí mismo (obviamente).
Caminando por un parque, se puso a reflexionar, y decidió que, puesto
que se sentía como una nueva persona, empezaría su vida de nuevo,
disfrutándola a cada momento.
Animado, pasó frente a una sastrería.
- "Eso es lo que necesito"- se dijo a si mismo, "- ... para empezar:
un traje nuevo".
Así que entró en la tienda y le dijo al vendedor que necesitaba
un traje nuevo.
El vendedor lo observó por un momento y dijo:
- Muy bien, es talla 44.
- ¡Exacto! ¿Cómo lo supo?
- Es mi trabajo.- repuso el vendedor.
Juancho se probó el traje, y le quedó perfectamente. Mientras
se observaba en el espejo, el vendedor le dijo:
- ¿Qué le parecería una camisa nueva?
Juancho lo pensó por un momento, y respondió:
- Claro, ¿porqué no?
- Veamos, necesita una 34 de mangas y dieciséis de cuello.
- ¡Exacto! ¿Cómo lo supo?
- Es mi trabajo, - repitió el vendedor.
Juancho se probó la camisa, que le quedó muy bien. Mientras se
veía en el espejo, el vendedor le dijo:
- Le convendría tener también zapatos nuevos.
Juancho estaba cada vez más animado.
- Por supuesto, - dijo.
El vendedor echó un vistazo a los pies de Juancho.
- Deben ser de talla nueve y medio.
Juancho estaba asombrado.
- ¡Exacto! ¿Cómo lo supo?
- Es mi trabajo,- respondió el vendedor.
Mientras Juancho admiraba sus zapatos nuevos, el vendedor le preguntó:
- ¿Desearía también ropa interior nueva?
Juancho lo pensó por un segundo, pensó en la operación
que acababa de sufrir, y dijo:
- De acuerdo.
- Muy bien, deben ser calzoncillos de talla treinta y seis.
Juancho se rió:
- No, amigo, se equivoca. He usado talla treinta y cuatro desde los dieciocho
años.
El vendedor negó con la cabeza.
- No es posible que use treinta y cuatro. El calzoncillo sería demasiado
apretado. ¡Le presionaría los testículos contra la base
de la columna vertebral y le produciría un terrible dolor de cabeza!